Tendencias Educativas

viernes, 17 de febrero de 2012

Valoración personal - Los ilustrados precursores de la Escuela Nueva.

La “educación de los sentimientos” es más importante que la “educación de la razón” porque “ser humano es más importante que ser sabio” (Rousseau). “El hombre antes de pensar, ama” (Pestalozzi).

Rousseau es un ilustrado que defiende la idea de la “educación de los sentimientos”. Para él, la educación es una creación libre que el espíritu humano hace continuamente de sí mismo. Es un desarrollo espiritual, una continua actividad con revalorización del sentimiento y de la formación estética y de la preocupación por la vida. Rousseau destacó por su fuerte sentimentalismo. Pestalozzi también apoya esta idea, considera que el hombre ama antes que pensar. Para Pestalozzi, la educación intelectual se apoya en el principio de la intuición, pero su objetivo final son los conceptos claros y precisos. El maestro debe involucrase en el mundo de la intuición y del concepto del niño, y progresar con él de conocimiento en conocimiento. Se trata de aprender con el niño, puesto que posee la aptitud de percibir el mundo y los hechos que le rodean en cierto orden. Toda la pedagogía de Pestalozzi está concebida para lograr este objetivo, el de la vida social.
Haciendo referencia a estas dos afirmaciones, considero que la “educación de los sentimientos” en todo momento es importante. Es el rasgo principal del ser humano, nos dejamos llevar por los sentimientos, es algo mucho más fuerte que la razón y sin querer, te dejas llevar por ellos. La razón no podrá cambiar aquello que el corazón sienta. Por tanto, creo que ambas posturas, tanto la de Rousseau como la de Pestalozzi, son aptas y no van mal encaminadas.
Un niño, sobre todo en la etapa de infantil, necesita de un clima agradable, tranquilo, cariñoso, que le lleve a realizar sus tareas sin ningún temor y con la mayor confianza posible. De esta manera, las tareas serán realizadas con mucho más éxito que con la seriedad y rigidez de las normas. Los niños, casi siempre, reciben el amor de sus familiares y personas cercanas, y tienen el mundo de los sentimientos próximo desde su primer momento de vida. Es cierto que la razón no se puede abandonar; así, según los alumnos van avanzando en los cursos de Primaria, todo estará más vinculado a la razón, los niños tendrán uso de la conciencia y sabrán lo que hay que hacer en cada momento y lo que no. La escuela es un lugar adecuado para aprender, en el que debe haber un clima de confianza y seguridad, pero siempre con un fin, el cual es aprender. Puede ocurrir, tanto que un niño ligado solo a la “educación de los sentimientos” no rinda de tal manera, cuando se encuentre con otro profesor un poco más “fuerte” que el anterior o en cuanto a los castigos, que se realizarán siempre y cuando sea necesario y nunca se deben dejar a un lado. Bien es cierto, que no se debe abusar de ellos, pero se debe saber cuándo y de qué forma utilizarlos. Así pues, un niño educado sólo por la “educación de la razón”, no llegará a una plena realización de sí mismo.
También añadir que no todos los pensadores opinaban así. Puedo citar el ejemplo de Descartes, el cual destacaba la razón ante todo. El primer principio de su filosofía “Cogito ergo sum”, su conocida frase “Pienso, luego existo”. Con esta afirmación, puede dudar que exista el mundo, que tenga un cuerpo, pero nunca puede dudar el pensar mismo. Por tanto, el pensamiento es más real que la materia y el alma o espíritu, que se encarga del pensamiento más real que el cuerpo.
Por último, creo que la educación es un proceso que conlleva tanto una educación de los sentimientos como de la razón, ambos conceptos son necesarios e imprescindibles en esta tarea que se desarrolla a lo largo de la vida y que permite realizarnos como personas.

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